Hola amigos,
La videovigilancia siempre ha sido un tema bastante controvertido en todos los ámbitos conocidos. Todo el mundo quiere que se haya alguien vigilando para que no haya atracos, accesos indebidos u otras casuísticas que son fácilmente identificables poniendo cámaras de seguridad. Sin embargo, nadie quiere sentirse vigilado por cámaras de seguridad, como si viviéramos en una especie de "Gran Hermano" global. ¿Cierto?
Estos días se está haciendo eco una nueva iniciativa que se está probando en el Reino Unido y que engloba los conceptos de videovigilancia y la escuela de una manera nunca antes vista, y cuyas opiniones son dispares entre la población.
La videovigilancia siempre ha sido un tema bastante controvertido en todos los ámbitos conocidos. Todo el mundo quiere que se haya alguien vigilando para que no haya atracos, accesos indebidos u otras casuísticas que son fácilmente identificables poniendo cámaras de seguridad. Sin embargo, nadie quiere sentirse vigilado por cámaras de seguridad, como si viviéramos en una especie de "Gran Hermano" global. ¿Cierto?
Estos días se está haciendo eco una nueva iniciativa que se está probando en el Reino Unido y que engloba los conceptos de videovigilancia y la escuela de una manera nunca antes vista, y cuyas opiniones son dispares entre la población.
En Inglaterra han determinado que el uso de cámaras corporales, esas cámaras que lleva la policía siempre activada a la altura del hombro o del pecho, han ayudado a reducir en gran medida el número de quejas hacia los cuerpos de seguridad y las denuncias por uso indebido de la fuerza.
¿Y qué tiene que ver esto con los colegios?
Pues, sin ir más lejos, en dos colegios ingleses (cuyo nombre no ha sido publicado) se ha instruido a los profesores a llevar cámaras corporales, como las de la policía, para reducir lo que llaman "disrupciones de bajo nivel".
Estas cámaras no grabaran toda la información constantemente tal y como tiene la policía, sino que tendrán un botón que el profesorado utilizará para guardar la información. De todas maneras, en estos casos las aulas cuentan con unas pantallas que muestran a los alumnos qué imágenes están siendo captadas por las cámaras.
Como habréis imaginado, esta práctica conlleva una serie de implicaciones que se tienen que tener en cuenta:
Como habréis imaginado, esta práctica conlleva una serie de implicaciones que se tienen que tener en cuenta:
1. Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD)
La LOPD española es la ley que regula, hablando mal y pronto, cómo y de qué manera se debe tratar con datos que son o puedan ser relativos a las personas. Eso incluye también la videovigilancia. De hecho, la Agencia Española de Protección de Datos tiene una guía específica a la videovigilancia. (Enlace a la guía)
En lo referido a esta noticia, la ley de protección de datos británica es bastante similar en este aspecto a la ley española, dado que se trata como punto principal el ámbito de la proporcionalidad, es decir, que sólo se deba emplear la videovigilancia si no hubiera otros medios para realizar la misma función (idoneidad) y que se establezcan los medios de tal manera que el impacto sobre el derecho de las personas sea el menor posible (intervención mínima).
En el caso de España, la Agencia Española de Protección de Datos ya realizó un análisis similar a esta situación, donde se estudiaba la instalación de cámaras de vigilancia en centros escolares para controlar casos de violencia, acoso escolar y actos vandálicos como robos y daños materiales (aquí está el enlace a esta resolución). En este caso, la agencia determina que sí es posible utilizar videovigilancia para controlar estos casos en centros escolares, si bien especifica una serie de puntos bastante importantes, como que se debe:
La LOPD española es la ley que regula, hablando mal y pronto, cómo y de qué manera se debe tratar con datos que son o puedan ser relativos a las personas. Eso incluye también la videovigilancia. De hecho, la Agencia Española de Protección de Datos tiene una guía específica a la videovigilancia. (Enlace a la guía)
En lo referido a esta noticia, la ley de protección de datos británica es bastante similar en este aspecto a la ley española, dado que se trata como punto principal el ámbito de la proporcionalidad, es decir, que sólo se deba emplear la videovigilancia si no hubiera otros medios para realizar la misma función (idoneidad) y que se establezcan los medios de tal manera que el impacto sobre el derecho de las personas sea el menor posible (intervención mínima).
En el caso de España, la Agencia Española de Protección de Datos ya realizó un análisis similar a esta situación, donde se estudiaba la instalación de cámaras de vigilancia en centros escolares para controlar casos de violencia, acoso escolar y actos vandálicos como robos y daños materiales (aquí está el enlace a esta resolución). En este caso, la agencia determina que sí es posible utilizar videovigilancia para controlar estos casos en centros escolares, si bien especifica una serie de puntos bastante importantes, como que se debe:
- Evitar atentar contra la intimidad de las personas.
- Especificar de forma clara e inequívoca los fines perseguidos con el tratamiento y otras características de la política de privacidad (momento en que se borran las imágenes, cómo pedir acceso a esas grabaciones, etc.).
- Obtención del consentimiento del interesado basado en una información clara.
- Mantener la necesaria proporcionalidad entre los datos y el fin perseguido, obligándose al empleo de sistemas idóneos con respecto a dicho fin.
- Minimizar los datos por parte del responsable del tratamiento.
Por tanto, estamos en un escenario que potencialmente ya se puede dar en España.
- Especificar de forma clara e inequívoca los fines perseguidos con el tratamiento y otras características de la política de privacidad (momento en que se borran las imágenes, cómo pedir acceso a esas grabaciones, etc.).
- Obtención del consentimiento del interesado basado en una información clara.
- Mantener la necesaria proporcionalidad entre los datos y el fin perseguido, obligándose al empleo de sistemas idóneos con respecto a dicho fin.
- Minimizar los datos por parte del responsable del tratamiento.
Por tanto, estamos en un escenario que potencialmente ya se puede dar en España.
2. Necesidad
¿Realmente es necesario llegar al punto de tener cámaras corporales para vigilar a los alumnos? Personalmente, no sé la respuesta directa a esta pregunta, pero sí que es cierto que el trato que se tiene hacia los docentes es bastante diferente al que yo recuerdo en mi infancia.
Antiguamente un profesor era un modelo a seguir, una persona que implantaba esos valores cuando los padres no estaban, por temas de trabajo, disponibilidad o lo que sea. Sin embargo, hoy en día es cada vez más común ver faltas de respeto hacia este colectivo.
No sé a qué se debe este menosprecio a la labor del profesor, supongo que tengo mis propias conclusiones, pero lo que no se puede permitir es que ocurran cosas como esta:
Y lamentablemente, imágenes como esta son cada vez más frecuentes. De hecho, una simple búsqueda en Google o Youtube muestra cientos de resultados y noticias.
Pero también es cierto, tal y como apunta una famosa columnista británica, que si es necesario implantar medidas de este tipo para controlar el comportamiento antagonista que existe entre alumnos y profesores, entonces la lucha para conseguir la motivación y educación del alumno ya está perdida. De hecho, los alumnos puede que no tomen esta medida como algo para verse reflejado, sino que lo pueden llegar a ver como un trofeo.
3. Colaboración
Iba a hacer un escrito sobre qué es lo que pasaría si tanto padres como profesores se oponen a utilizar cámaras de este tipo para la seguridad en las aulas y me dado cuenta de que:
- En el caso de los padres, siempre y cuando se les haya informado debidamente de que se van a tomar medidas como estas, no veo cómo puede alguien oponerse a que haya más seguridad para sus hijos en las aulas. Además, tampoco veo la diferencia entre las cámaras que puede haber en un supermercado para evitar robos y no veo que a nadie le preocupe que les estén vigilando a ellos y sus hijos.
- En el caso de los profesores, y como ha mostrado una encuesta del 'Times Education Supplement' (enlace) realizada a raíz de esta noticia, 1 de cada 3 profesores británicos está dispuesto a probar medidas de este tipo en sus aulas.
Por lo tanto, aunque es pronto para determinarlo a ciencia cierta, parece que es una medida que está siendo bastante aceptada y que va a dar más que hablar.
La verdad es que me parece bien, hablando en el ámbito personal, que se empiecen a tomar medidas para poder reducir acciones agresivas como las que habéis visto en el vídeo anterior. Sin embargo, es muy difícil determinar si las cámaras corporales son la solución a estos problemas.
Tengamos en cuenta una cosa fundamental: los niños son niños, y van a portarse mal en determinadas ocasiones. Nos guste o no, es parte de su naturaleza y los adultos (padres, familiares, profesores,...) debemos saber lidiar con este tipo de situaciones. Que un menor esté siendo más gamberro de lo habitual no creo que sea justificación para tener a un conjunto de alumnos en constante vigilancia. Al fin y al cabo, para llegar a una situación de agresión a otro profesor o incluso entre alumnos, son momentos que se pueden anticipar y no son cosas que surgen "de la nada". Quizás el foco habría que hacerlo en cómo saber identificar esas situaciones, o incluso cómo evitarlas.
De hecho, pensándolo fríamente, las cámaras en sí mismas no son medios para detener agresiones, sino para evidenciarlas cuando ocurren, o para "jugar" con la psicología de la persona, haciéndole saber que puede estar siendo observada y grabada.
Si intentamos fomentar el buen comportamiento mediante la coerción y represión, es decir, ejerciendo presión y restricción sobre los menores... ¿realmente es buen comportamiento? ¿Qué va a pasar cuando "las cámaras no estén vigilando"?
Dejemos que los niños sean niños, y aprendamos a manejarlo como adultos.
¡Muchas Gracias!
Fran Security